El carbón tiene decenas de propiedades que pueden beneficiar a nuestra piel.
Desintoxicante. Limpia profundamente la piel debido a sus elementos activos. Desinfectante. La mascarilla de carbón activado tiene el poder de luchar contra las bacterias y otros organismos que se acumulan en el cutis cuando no lo cuidamos debidamente. Una piel aséptica tarda mucho más en envejecer. Reduce el tamaño de los poros. Siguiendo en la misma línea, la propiedad depurativa del carbón actúa contra los puntos negros de la nariz, también es anti acné. Si tienes el rostro graso, estás de suerte, porque con esta mascarilla disminuirás el sebo que se deposita en el rostro, logrando una sensación de suavidad y tersura.